EVASIÓN TRIBUTARIA Y RECAUDACIÓN FISCAL EN ÉPOCAS DE PANDEMIA



Desde la existencia de la sociedad como tal, se han creado mecanismos para que los seres humanos puedan adoptar acuerdos necesarios para establecer los lineamientos de convivencias, como son los derechos y obligaciones, de esta manera se pueda vivir en colectividad, para que se pueda dar este planteamiento es necesario la creación de un órgano encargado de controlar su cumplimiento, es así como nace el Estado. Ahora para poder mantener el Estado es necesario recursos, es en ese momento donde apareció el concepto de tributos.

Hablar de tributación, significa hablar sobre uno de los asuntos más importantes dentro del país, la política fiscal de recaudación, debido a que, a través de la recaudación fiscal, se logra obtener los ingresos para que el Estado pueda financiar los gastos que involucran el desenvolvimiento de la administración del país. La recaudación fiscal, a través de los tributos, como se ha demostrado a lo largo de los años es la forma más eficaz, ya que compromete a los ciudadanos en general, y es recíproca de acuerdo a cada uno de ellos, entonces con este autofinanciamiento, todos podemos ser beneficiarios de los servicios públicos y de la administración de nuestra sociedad. El problema es que por falta de una cultura tributaria en nuestro país, muchos de los contribuyentes buscan formas de poder evadir ese deber que tenemos todos como ciudadanos, y a pesar que la Administración tributaria viene realizando un sin número de programas y herramientas para poder disminuirla, a través, de las concientización de los contribuyentes, y con beneficios tributarios, esta no ha podido reducirse, que según los datos estadísticos de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria, de los impuestos es en 36% en el Impuesto General a las Ventas y el 57% en el Impuesto a la Renta.

El término evasión tributaria es muy conocido en nuestra actualidad, a pesar que configura un mecanismo ilegal para dejar de pagar tributos, es muy utilizado por las diversas empresas y ciudadanos; hay que tener presente que no solo las empresas pagan tributos, las personas por el desarrollo de nuestras actividades generadoras de ingresos también debemos pagar tributos, por ejemplo un docente de un colegio, que obviamente no genera rentas empresariales, solo se dedica a cumplir de sus funciones bajo el mando de la institución, si este genera ingresos anuales que superen las 7 UIT que establece la norma tributaria, debería pagar el impuesto a la renta de quinta categoría, sin embargo, a través de esta bien conocida evasión tributaria, nuestro profesor va a buscar un mecanismo para dejar de pagar el impuesto que le corresponde. Según SUNAT, en su Informe Nro. 27-2016-SUNAT/5A1000, nos dice que la evasión tributaria es parte importante del estimado y constituye un esfuerzo u omisión consciente y dolosa que pretende evitar o reducir, de manera sistemática y en provecho propio o de terceros, el pago de obligaciones tributarias, implicando acciones que violan normas legales establecidas.

Las causas que originan la evasión tributaria son muy diversas, pueden ser desde cuestiones muy simples a otras muy complejas, si quisiéramos responder de manera sencilla a esta interrogante podríamos mencionar que una de las causas para evadir impuestos es la informalidad, representada por una muy escaza cultura tributaria, ese deseo de no pagar los impuestos que como ciudadanos estamos obligados a cumplir de acuerdo a la norma y de acuerdo a los ingresos que podemos generar, de esta manera logramos salir del sistema legal tributario, que genera ingresos para las arcas de nuestro país. A continuación, detallaremos las causas más importantes que originan la evasión tributaria.

Una de las principales formas de evasión tributaria se da mediante la no emisión de comprobantes de pago, ante esto la administración tributaria, realiza fiscalizaciones a los contribuyentes, en donde actúan como consumidores, para verificar si una vez realizado el servicio o entregado el bien, se entregue el comprobante de pago respectivo, recordemos que la SUNAT verifica los ingresos de las empresas por las boletas, facturas y otros comprobantes que estas entregan al realizar la transacción, sin embargo este tipo de fiscalizaciones no son muy efectivas, ya que en la actualidad existen muchas empresas frente a pocos fiscalizadores, lo que genera que muchas empresas no emitan sus comprobantes de pago, generando que se deje de declarar un ingreso obtenido. La falta de cultura tributaria no solo se refleja en contribuyentes que no emiten comprobantes de pago, si no en consumidores que no solicitan su comprante respectivo después de realizar alguna compra, considerando este deber como algo insignificante, eso nos lleva a ser fomentadores de la evasión tributaria. La informalidad es otro grave problema que constantemente tratan de erradicar nuestras autoridades, Alva Matteucci, en su libro la Evasión Tributaria nos menciona que constituye uno de los elementos que caracterizan a las sociedades latinoamericanas, dentro de las cuales se encuentra el Perú, y constituye un freno hacia el desarrollo, ya que fomenta el incumplimiento de la normativa en general, dentro de la que se encuentra la normatividad tributaria. La informalidad también representa la cultura del no pago de tributos al fisco, respecto de las operaciones comerciales que a través de ella se generan, obteniendo ganancias en muchos casos elevadas, precisamente porque la fiscalidad no le alcanza, perjudicando también a los formales que, si cumplen con sus obligaciones tributarias al competir con ellos en el mercado en mejores condiciones, al no sufrir una exacción tributaria.

Actualmente, vivimos una grave crisis económica intensificada aún más por la pandemia, y por todos los problemas que enfrenamos día a día; frente a este problema, una de las soluciones es que la recaudación fiscal incremente, teniendo así el dinero necesario para poder enfrentar cualquier adversidad, sin embargo, la evasión tributaria en el Perú alcanza cifras alarmantes, lo que nos demuestra que existen un gran número de personas, tanto naturales como jurídicas, que no están pagando sus impuestos; uno de los justificantes frente a este problema, es que las personas consideran que no reciben ningún beneficio visible, por el dinero que aportan al estado a través de sus tributos, entonces lo que se busca es verificar si el Crédito Fiscal del IGV aplicado al consumidor final, tiene una relación frente a la evasión tributaria, si puede lograr que este porcentaje disminuya, logrando así una mejor recaudación fiscal, y generando más ingresos necesario para calmar los problemas que tiene nuestro país, además de mejorar la calidad de vida de muchos ciudadanos.

Las cifras que tenemos de recaudación fiscal para el año 2020 no son muy alentadoras, sabemos que en ese momento estábamos en el auge de una voraz pandemia, según informes de SUNAT la recaudación fiscal para el año 2020 disminuyó en 17.4%, quizá menor a lo proyectado, pero sin dejar de ser perjudicial para un país que necesita dinero para poder salir de esta terrible crisis sanitaria. Sin embargo, la pandemia trajo algo positivo, los peruanos se reinventaron, generando nuevos negocios y con ello un panorama algo alentador, resultando así que en el mes de febrero 2021 la recaudación creció un 15.8%, según datos oficiales de SUNAT, único resultado positivo desde enero del año pasado. Sin embargo, se estima que esta tendencia de crecimiento se verá a lo largo del 2021, esperemos que las nuevas olas de COVID - 19 y la elección del próximo presidente no perjudique nuestra diminuta pero muy alentadora tasa de crecimiento.

CPC Jorge Gustavo Quiñonez Cornejo

Docente IES John Von Neumann

Entradas populares de este blog

MODELO DE GOBIERNO DE DATOS COMO ESTRATEGIA COMPETITIVA

GESTIÓN DE CAMBIO EN TIEMPOS DE CRISIS